Desarrollo del cerebro y su relación con la lectura

 


Los libros, desde hace ya muchos siglos, se han convertido en herramientas del saber, en una puerta que nos lleva de lo real a lo imaginario, pero que también son utilizados como fuentes de transmisión de conocimientos. A lo largo de estos siglos, cada género literario ha ido adquiriendo su poder y fuerza en la sociedad. Además, mediante estudios neuronales, hemos ido conociendo algunos de los múltiples beneficios de la lectura y su impacto en el desarrollo neuronal.

En esta parte, continuaremos hablando de la importancia de la lectura en el desarrollo cognitivo, desde un punto de vista centrado en el desarrollo del cerebro, donde encontraremos la influencia de la lectura en dicho desarrollo.

Conexiones cerebrales y el desarrollo cognitivo

Las conexiones cerebrales, también conocidas como sinapsis, son los puntos de comunicación entre las neuronas que permiten la transmisión de información en el cerebro. Estas conexiones son fundamentales para todas las funciones cerebrales, incluyendo el pensamiento, la memoria y el aprendizaje.

Los primeros años de vida significan una etapa sumamente importante en el cerebro de un infante. Según Villanueva (2024), el cerebro de los niños triplica su tamaño y alcanza el doble de conexiones que tenía un año antes, y así permanece hasta cumplir su primera década. Aunque a simple vista vemos a un niño creciendo físicamente, su cerebro crece igualmente, ya que para que surjan esos cambios, como decir las primeras palabras, dar pequeños gateos y pasos, identificar personas y relacionarlas, entre otras acciones que observamos en un niño en sus primeros años de vida, son visibles gracias a su desarrollo cerebral y a esas conexiones cerebrales que se van formando.

No podemos hablar de desarrollo cognitivo sin mencionar la teoría que nos presenta Piaget (Terapia Cognitiva, 2015), ya que esta rige muchas otras teorías y forma parte esencial del campo de estudio psicológico, pudiendo formar parte también de teorías neuronales.

  • ·       El estadio sensoriomotor es la primera de las cuatro etapas del desarrollo cognitivo y va desde el nacimiento hasta que el niño empieza a hablar. Durante esta etapa, los niños comienzan a conocer y entender el mundo a través de sus sentidos (como ver y oír) y al interactuar físicamente con objetos, como agarrar, chupar y pisar.
  • ·      La segunda etapa es la de las preoperaciones, que comienza alrededor de los 2 años, cuando el niño empieza a aprender a hablar, y dura hasta los 7 años. En esta etapa, los niños todavía no comprenden la lógica de manera concreta y no pueden pensar de forma mental sobre la información. Además, es una etapa donde los niños juegan más y usan su imaginación.
  • ·       La tercera etapa es la de las operaciones concretas, que ocurre entre los 7 y los 11 años. En este período, los niños comienzan a pensar de manera más lógica. Aunque aún se enfocan en situaciones más concretas, empiezan a resolver problemas de forma más estructurada, como lo haría un adulto, pero siempre dentro de un contexto físico y real.
  • ·       La última etapa es la de las operaciones formales, que comienza alrededor de los 12 años y continúa en la adolescencia y la edad adulta. En esta etapa, las personas pueden pensar de manera más abstracta y lógica. Son capaces de razonar sobre ideas hipotéticas, deducir conclusiones y pensar en conceptos más complejos y abstractos.

Tanto las experiencias tempranas como la calidad de estas influyen directamente en la estructura y función del cerebro, y también determinan las habilidades cognitivas, sociales y emocionales del niño. Por ello, cada etapa del desarrollo cerebral es muy importante y necesita su tiempo de desarrollo. Estas etapas significan un punto crucial para el desarrollo del cerebro adulto.

La lectura en el desarrollo cognitivo

Para Marinelli (2018), leer consiste en reconocer las letras y cómo se combinan en palabras y, luego, cómo se conectan con los sonidos que producen y su significado. Cuando leemos, se activan diversas partes de nuestro cerebro, cada una de ellas con sus funciones. Aunque cada una trabaja de manera independiente, se unen para lograr una comprensión de lo que se lee, entre otros aspectos.

La lectura es una actividad en la que el cerebro realiza varias acciones a la vez. Diversas zonas del encéfalo se tienen que coordinar y comunicar para hacer posible que cada individuo, al momento de leer, reconozca signos o gráficos, los cuales deben ser captados por nuestra vista y, posteriormente, interpretados, dándoles contexto y significado” (Muñoz, 2021).

Leer no es una habilidad innata en el cerebro humano, sino un invento cultural que debe ser aprendido. Su capacidad de comprensión se ha vuelto esencial tanto en el ámbito educativo como en el laboral.

Stanislaw Dehaene (2009), en su libro Reading in the Brain, describe cómo el cerebro procesa la lectura y señala que "el acto de leer reorganiza el cerebro, activando nuevas redes neuronales y favoreciendo la creación de conexiones que son fundamentales para el desarrollo cognitivo". Esto implica que aprender a leer no solo permite descifrar palabras, sino que mejora la capacidad del cerebro para procesar información de manera más completa.

En los primeros años de vida, el cerebro humano presenta unas habilidades lingüísticas impresionantes, ya que, como antes mencionábamos, leer no es una capacidad innata, sino que aprendemos a leer. Sin embargo, un aspecto cognitivo que sí forma parte de nuestro cerebro es el circuito del lenguaje y el reconocimiento de objetos, razón por la cual los libros para bebés suelen estar diseñados con imágenes y sonidos.

En los niños, la lectura es un aspecto importante porque, según un artículo de Médicos y Pacientes (2019), este es el mejor momento para inculcarles este hábito, ya que su cerebro y sus funcionalidades están todavía desarrollándose. También mencionan que leer libros a los niños y estimular posteriormente el hábito de lectura y escritura cobra cada vez más importancia, no solo por la interacción social que produce, sino porque incrementa nuestra reserva cognitiva.

La lectura no es un simple hábito o hobby; no es algo que forma parte del aprendizaje elegido a la ligera. Leer ayuda a proporcionar a los niños un pensamiento autónomo y crítico. Les permite desarrollar habilidades relacionadas con el lenguaje; mientras leen, los niños aprenden a comprender ideas y mejorar otras habilidades que ya tenemos en nuestro cerebro, pero que necesitan ser activadas y mejoradas.





Referencias bibliográficas:

Rodríguez, N. (s. f.). Beneficios de la lectura para el cerebro. https://neuronup.com/neurociencia/cerebro-neurociencia/beneficios-de-la-lectura-para-el-cerebro/

Villanueva, A. (2024, 10 diciembre). Un ‘big bang’ neuronal ocurre durante nuestros primeros años de vida. [Imagen] TecScience. https://tecscience.tec.mx/es/salud/desarrollo-del-cerebro-en-la-primera-infancia/

Terapia Cognitiva. (2015). Teoría del desarrollo cognitivo de Piaget. https://www.terapia-cognitiva.mx/wp-content/uploads/2015/11/Teoria-Del-Desarrollo-Cognitivo-de-Piaget.pdf

Marinelli, H. Á. (2018, 8 octubre). ¿Cómo aprende a leer nuestro cerebro? Enfoque Educación. https://blogs.iadb.org/educacion/es/como-aprende-a-leer-nuestro-cerebro/

Dehaene, S. (2009). Reading in the brain: The science and evolution of a human invention. Viking.

Médicos y Pacientes. (2019, 12 de febrero). La lectura estimula la actividad cerebral y fortalece las conexiones neuronales. Médicos y Pacientes. https://www.medicosypacientes.com/articulo/la-lectura-estimula-la-actividad-cerebral-y-fortalece-las-conexiones-neuronales/

Salvador, D. G. C. E. N. F. R. R. G. J. C. R. (s. f.). ¿Qué pasa en nuestro cerebro cuando leemos? Ciencia UNAM. https://ciencia.unam.mx/leer/1156/-que-pasa-en-nuestro-cerebro-cuando-leemos-


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